14 diciembre, 2005

Mi ventana sobre la utopía

Una ventana que nos permite verla, y desearla. Tanta belleza, tan nuestra; tan cerca, pero a la vez tan lejos… Tal vez si estiro un poco el brazo la pueda llegar a tocar con la puntita de los dedos, y permanecer eternamente entre esas manos llenas de vida, hechas de sueños… Me dejaría estar, dormiría en su vientre y acariciaría los cabellos con forma de tiempo que nunca pasa, y nos regala la eternidad de la magnificencia. La risa sería música; la alegría, nuestro aire. Amor por doquier, entre besos, caricias y abrazos que no se terminan, y que vencen las barreras de los cuerpos para ser sólo alas, sólo vuelos.

Después vuelvo, cierro la ventana, me siento y recuerdo esos segundos, minutos, horas, días… tiempos. Sonrío y vuelvo a imaginarme nuevos paisajes para mi ventana. Para ser honesta, la perfección me aburre un poco...

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