27 diciembre, 2005

De idas y vueltas

Vuelve de capa caída y alas rotas. Se le piantó alguna ilusión por el camino, y olvidó como era la emoción del salto. No teme al golpe, sino a la repercusión del intento. Cabizbajo camina, un pie atrás de otro siguiendo esa rutina de limitación.
Tac, tac, tac, suenan los pasos y ahogan el llanto con su ruido…

Vuelve resignado, pateando maldiciones y abrazando fantasías para sobrevivir. Sueña con la idea de dejar de desear no estar; busca en otros ojos, la mirada que perdió y se busca a sí mismo, porque en el camino se fue a la caza de alguna utopía traviesa y tentadora, y nunca supo como volver.

Vuelve y ya no importan las heridas, porque llegó al nido. Llora y busca otras alas que lo abracen. Envidia a esas voluptuosas aves que lo apañan, y las necesita, porque el calor de esos cuerpos reaviva las esperanzas de volver a emprender algún día la ruta hacia la lejanía, buscando ser ajeno a todo y a uno aunque sea por un aleteo…


"Hay que aprender a volar, sin temor a la caída..." (rememorando viejas épocas de comedia musical)

Volví... =)




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