25 marzo, 2007

Me esperabas entre los cajones, pidiendo volver del pedazo de tiempo del que te robaron. Volviste contándome historias de monstruos y fantasmas que de día no son tan malos ni tan feos, de Panfilo que te cuida aunque no le reces nunca y de la cara que se dibuja en la luna y hasta te sonríe.

Perdoná, ya ni se si creerte.

Me lo decís convencida pero yo hace mucho que perdí esa mirada.